(Por Thomas G., Palladio H. y Felipe Ignacio P., alumnos de 4º años EP)

Había un trío de chicos que eran muy curiosos, traviesos y soñaban con ser científicos. Nacieron en 2009. Se llamaban Palladio, Thomas y Felipe, estaban en cuarto grado. Eran los más inteligentes de la clase. Vivían en Buenos Aires junto a su familia.

En 2019 hicieron con el colegio un viaje a Córdoba y visitaron la Academia de Ciencias. El abuelo de Felipe trabajaba en la Academia y les contó que Sarmiento en 1869 trajo científicos al país, también les mostró que había inventado una máquina para encoger objetos. Como eran muy traviesos tocaron un botón a pesar de que les habían dicho que no lo hicieran y se encogieron…

El abuelo de Felipe también había inventado un dinosaurio robot y como estaba prendido los chicos se asustaron porque pensaron que era verdadero, pero después de correr y correr se acordaron de que era un juguete y lo apagaron a pesar de su diminuto tamaño. Después, a Tomi se le ocurrió subirse a un avión de papel para ser más alto, para que los oyeran, y justo la hermana de Palladio agarró el avión de papel y lo lanzó sin saber que los 3 estaban ahí arriba.  De repente se abrió un portal y los chicos viajaron a Córdoba en 1869. Estaban pidiendo ayuda para volver a su tamaño normal.  En ese momento los chicos se acordaron de que el abuelo de Felipe les había dicho que en esa época Sarmiento trajo científicos al país para la Academia de Ciencias. Entonces empezaron a buscar a ver si podían encontrar a alguno que los ayudara.

Un día por la calle se cruzaron a Benjamín Gould y le pidieron ayuda, pero no los escuchó porque eran demasiado chiquitos. Entonces se subieron a una carreta para ver si los escuchaban. Allí estaba Benjamín que sí los escuchó, se sorprendió de ver a unas miniaturas hablando, pero no entendía español porque recién había llegado de Estados Unidos y hablaba inglés.  Como los chicos sabían un poco de inglés trataron de que los entienda.  Benjamín solo entendió que eran chiquititos y querían ser grandes, pero que venían de otra época. 

Entonces le mandó una carta a Perito Moreno para que lo ayudara. Él sabía mucho de huesos y quizás podría agrandárselos. Benjamín y Francisco Moreno llamaron a Sarmiento para que consigan un lugar para hacer sus experimentos. Sarmiento lo pensó y lo pensó hasta que se decidió, pero iba a tardar bastante tiempo. Después les dijo que iba a traer más científicos al país. 

Cuando vinieron los otros científicos, Sarmiento les dijo que crearan una máquina para agrandar objetos. Los chicos escucharon todo eso siendo muy chiquitos. Los científicos intentaron muchos aparatos y cosas, cada uno solo, pero ningún aparato funcionó. Después pensaron que trabajando juntos iba a funcionar entonces lo intentaron y funcionó, pero no muy bien. Entonces lo probaron con los chicos, pero crecieron mucho, entonces tuvieron que hacer otra máquina para que vuelvan a sus tamaños normales. También probaron otras máquinas con manzanas, pero se achicaban mucho o se rompían. Probaron y probaron una máquina que era capaz de devolverles su tamaño normal pero no conseguían que alguna funcione hasta que crearon una que funcionaba. Finalmente, la probaron con los chicos y funcionó. Los chicos muy agradecidos les preguntaron cómo iban a volver al futuro. Los científicos les explicaron cómo hacerlo, pero era muy arriesgado. Les explicaron a los chicos que si había un corto circuito sus vidas peligrarían, pero los chicos aceptaron porque querían volver a ver a su familia, jugar videojuegos y encontrarse con sus amigos. 

Entonces apretaron un botón y volvieron a 2019 con su familia. Finalmente vivieron felices habiendo conocido a personajes tan importantes para la Argentina.