Por Corina Niedenthal
Los cuentos son fundamentales en el desarrollo de los niños, pues fomentan su imaginación, creatividad, ayudan a desarrollar las habilidades del lenguaje y les permiten expresar emociones y sentimientos al identificarse con los personajes de la historia. Los libros de cuentos son un excelente recurso para incentivar el amor por la lectura desde los primeros años y el aprendizaje del idioma alemán. Permiten ampliar el vocabulario y aprender nuevas estructuras de expresión lingüística. Además, son una herramienta muy interesante para despertar la curiosidad en los niños e introducir y desarrollar diferentes temas.
Este taller fue pensado para los niños de la sala de 3 años y ofreció 19 actividades, entre ellas propuestas artísticas, lógico-matemáticas, creativas y literarias.
El disparador de este taller fue la lectura del cuento «Die kleine Raupe Nimmersatt» («La Pequeña Oruga Glotona»), uno de los clásicos modernos de la literatura infantil, que sirvió como puente para trabajar distintos contenidos, repasar el vocabulario adquirido y aprender nuevas palabras en alemán.
Elegí este libro de Eric Carle, cuyo tema principal es la metamorfosis de la oruga hacia una mariposa, no sólo porque se trata de un material atractivo para los niños de esta edad, sino que también ofrece muchas posibles aplicaciones didácticas, permitiendo recorrer las diferentes áreas curriculares. Es un cuento muy rico en recursos: menciona los días de la semana, enumera diferentes frutas y alimentos que la pequeña oruga come para saciar su hambre, permite la ejercitación de cantidades hasta el 5 y trabajar los colores.
Al ser un texto sencillo, con parte del vocabulario ya conocido por los niños, ellos descubren y experimentan el placer por la lectura y la escucha atenta. Un recurso interesante, utilizado por el autor y que estimula la adquisición del idioma alemán, es la reiteración de las mismas estructuras a lo largo del cuento.
En este taller se realizaron diferentes manualidades y actividades artísticas, empleando materiales que los niños tenían en casa. Algunas de las propuestas ofrecidas se relacionaron con el sellado. Se usaron materiales no convencionales, como por ejemplo la prensa papas, globos, rollos de cartón, sellado con las manos, etc. De esta manera pudieron desarrollarla motricidad fina, la coordinación visomotora y la capacidad creativa.
Experimentamos además un plegado con papel y pinturas, creando coloridas mariposas, modelamos con masa y realizamos magia a través de un experimento con marcadores y agua.
Los niños se entusiasmaron confeccionando orugas con diferentes materiales, algunos reciclables como tapitas de gaseosas, maples de huevos, rollos de papel higiénico y otros elementos, como por ejemplo broches de ropa. A través de estas actividades ejercitaron la prensión, el rasgado, el correcto uso del pegamento y de los materiales de trabajo. Esto permitió también perfeccionar la habilidad motora y el desarrollo de la creatividad.
En el área matemática, se trabajaron secuencias lógicas, se profundizó la tarea de reconocimiento de cantidades y de conteo hasta 5. Las construcciones de la oruga, la mariposa y el sol, con Legos, tenían como finalidad ayudar a crear conciencia espacial, ejercitar la concentración y desarrollar la creatividad.
Los feedbacks a los alumnos permitieron repasar, en las diferentes instancias, el vocabulario propuesto, al igual que el nombre de los colores.