Por Carolina Demarchi, mamá de Milenka (sala de 4)
¡Una fiesta increíble! Así comenzó relatando mi hija de 4 años el Día de la Familia, “Familientag”, a sus hermanos mayores. De eso se trata. Un momento de alegría compartido entre todos los niños de sala de 4 con sus mamás, papás y abuelos. Esa posibilidad de dejarnos a las familias conocer un poco más el espacio cotidiano de ellos.
Esa fiesta transcurrió entre risas y complicidades a través de diferentes juegos armados en una “kermés”, que con tanto cariño fueron ideando junto a sus maestras. Aquellos juegos que algunas veces también jugamos: el tumba lata, el bowling, carreras de embolsados, quitarle la cola al zorro, embocar el aro en el cono, llevar la papa en una cuchara, armar con bloques gigantes, pasar el aro tomados de la mano, dónde están mis zapatillas… ¡Alegría y diversión pura! Todos disfrutamos jugando y compartiendo en armonía, en un clima relajado y distendido, donde todos eran ganadores.
Y finalmente el momento del encuentro grupal en la sala y el tan esperado regalo, que era un secreto bien guardado, y que los padres siempre agradecemos y guardamos como el mejor tesoro que nos pueden dar nuestros hijos.
Por esta fiesta, gracias a todo el equipo del colegio y por regalarnos un momento de su espacio diario. La sonrisa de los niños ese día lo dice todo.