Todo empezó el 5 de marzo de 2009 con la llegada de la exposición itinerante United Buddy Bears de Berlín a Buenos Aires. Se trataba de una muestra artística de más de 140 osos de 2 metros de altura, portadores de un mensaje de paz y fraternidad entre los pueblos. Esta muestra, nacida en Berlín en el año 2002 y auspiciada por Unicef, se ubicó en la tradicional Plaza San Martín del microcentro porteño bajo el lema “nos tenemos que conocer, para comprendernos mejor, tener más confianza los unos en los otros y para vivir mejor”.
Estos osos de dos metros de alto alzaban sus manos y parecían entrelazarlas en una ronda que rodeaba la plaza y, simbólicamente, el mundo entero. Cada uno de ellos representaba uno de los países reconocidos por las Naciones Unidas y transmitían un mensaje de tolerancia y paz: “trata a todos como querrías que te traten a tí”.
Originalmente, el oso era el símbolo de la capital alemana, pero las Naciones Unidas tomaron esa imagen y el formato de base de la escultura de fibra de vidrio y le dieron un significado nuevo. En su momento, convocaron a un artista de cada uno de los países reconocidos por las Naciones Unidas para que, a través de su arte, representara su cultura y su tradición. Después de una temporada al lado de la puerta de Brandeburgo los osos se subastaron; pero la muestra había sido tan exitosa que se crearon nuevos osos y comenzaron su gira por todo el mundo.
Al momento de llegar a Buenos Aires, la muestra llevaba ya siete años de recorrido. Por cada país que la muestra visitaba, se creaba un nuevo oso que lo representaba (además de el que ya estaba en la muestra y que viajaba por el mundo) y que, una vez finalizada la exposición, se subastaba a beneficio de Unicef.
Gracias a la donación del Estudio Leonhart, Dietl, Graf & von der Fecht y algunos otros miembros de Comisión Directiva, nuestro oso intervenido por el reconocido artista Edgardo Giménez escolta el acceso a la Primaria de la Goethe-Schule.
¡Gracias, Melanie, por restaurar los ojos del Oso!