Este martes 7 de octubre fuimos con nuestros compañeros y compañeras de la orientación en humanidades a visitar la Editorial Perfil y la Universidad del sur de Buenos Aires. Al llegar, nos recibieron en el hall principal con una presentación de la instalación de unas partes del muro de Berlín que la Editorial intercambió con Alemania a fines de la década de los ‘90. Norma, estudiante de periodismo que nos acompañó durante la visita, nos invitó a reflexionar sobre el significado de aquellas “partes de la historia viva”.
Los restos del muro de Berlín son, para la comunidad periodística, una metáfora de las fallas en la comunicación humana. A cambio de ese símbolo que abre oportunidades de reflexión y aprendizaje, la Universidad del Sur de Buenos Aires y la Editorial Perfil se comprometieron a construir una escuela primaria, secundaria y terciaria en Alemania.
Luego de conversar frente a esas partes tan importantes de la historia mundial, Norma nos llevó a conocer la imprenta. Visitamos, escuchando a Oscar, uno de los operarios de las maquinarias utilizadas para imprimir los diarios Perfil, El Cronista, Página 12 y Tiempo Argentino, todo ese sector de trabajo editorial. Las máquinas, también traídas de Alemania en dos contenedores, son enormes y tienen estructuras y sistemas muy complejos para cada proceso, desde el transporte y el movimiento del papel, hasta el empaquetamiento de los diarios para su distribución a los canillitas y kioskos. Nos contaron también que se utilizan distintos tipos de papeles para imprimir, que la mayoría son importados desde Chile, Brasil, Estados Unidos y otros países puesto que en Argentina el único productor es Papel Prensa. Como cortesía, Oscar nos dejó llevarnos unos ejemplares de diarios y suplementos de juegos.
Luego de conocer la “Gran máquina de Oscar”, Norma nos llevó a recorrer los estudios de Tv y Radio. Lo primero que nos encontramos fue un espacio cuadrado gigante rodeado de oficinas y repleto de escritorios individuales o compartidos. Justo enfrente nuestro se estaba llevando a cabo en vivo el programa de televisión informativo acerca de economía del canal E, y seguimos el recorrido por las oficinas tratando de ser lo más silenciosos posibles para no interrumpir ni molestar a quienes estaban trabajando. Mientras dábamos la vuelta pasamos por detrás de la periodista que estaba hablando en vivo por este canal, y si se fijan en la grabación, nos van a poder ver pasando y saludando por el fondo. Fue un momento muy gracioso y divertido para nosotros. Todo estaba muy limpio y bien cuidado, las oficinas que rodeaban ese espacio estaban decoradas con arte de todo tipo y muy personalizadas de acuerdo a quién ocupase cada una. Al rodear el espacio pudimos ver en primer plano las estaciones de radio transmitiendo al aire, una de ellas era la reconocida “Gossip”. Nos fascinó ver de tan cerca el “detrás de cámaras” de las radios, canales de TV y procesos creativos de las oficinas que normalmente las vemos desde casa o directamente los resultados de sus producciones en diarios, pantallas, revistas o equipos de sonido.
Una de las principales enseñanzas que nos dejó Norma, nuestra guía, es la importancia de la comunicación, el trabajo colaborativo y la organización, cosas necesarias para que un pueblo pueda transmitir y comunicar lo que tiene para decir sobre “la cosa pública”. Particularmente nos quedamos con una cita de Norma, nuestra guía, “Las redes están para ayudar a informarse muy por la superficie, por eso se la llama surfear en el internet. Pero una vez que algo de eso despierta algún sentimiento de pasión, curiosidad o interés en nosotros, ahí es cuando se tiene que hundir el ancla y profundizar en el tema y comenzar con tu trabajo”.
Creemos que la visita nos enseñó que algo tan banal como un muro, una pared, podía separar a la gente, a sus ideas, a sus voces y a las formas de vivir. Que cuando la comunicación se pierde o no se logra, aparecen conflictos, en este caso, los fragmentos del muro de Berlín que hay en la Editorial Perfil y en la Universidad del Sur de Buenos Aires representan hoy y son metáforas importantes de las consecuencias de la falta de diálogo.
La falta de comunicación construye un muro invisible que nos separa entre nosotros mismos dentro de nuestras sociedades. Por eso, una gran responsabilidad es hacer de la comunicación ese puente que nos impida aislarnos y continuar viviendo en conjunto, aún con nuestras diferencias.




