Gracias Eche

Gracias Eche

Ricardo Echeverría, más conocido por todos nosotros como Eche, trabajó 48 años en la Goethe-Schule. Antes de eso curso acá también el Kindergarten, la Primaria y la Secundaria. Por si fuera poco para tener una relación tan intensa con la institución, el papá y la mamá fueron docentes -también de Educación Física-, sus hijos Maximiliano, Juan Pablo y Candelaria son exalumnos, Juampi además es docente de Educación Física, y ahora sus nietos Dante, Jazmín y Maia son alumnos.

Eche tras terminar su secundario, volvió para trabajar en la Administración como cadete en 1972. También fue preceptor y luego pasó a integrar el Departamento de Educación Física: primero como docente, después como Coordinador de Primaria, docente de Secundaria, y finalmente tuve a cargo la conducción de todo el deporte de la Goethe hasta el pasado 31 de mayo.

Gracias por todo, Eche, ¡te vamos a extrañar!

«Muchas vidas en la Goethe-Schule», una entrevista a Eche

Dejale un mensaje a Eche

4 comentarios de “Gracias Eche

  1. Hermann Reinhold dice:

    Hola Eche!

    Gracias por darle la oportunidad a Vladi con el Handball !
    Gracias por transmitir a tantas generaciones tu pasión por el deporte!
    Espero verte pronto por el fútbol de exalumnos!

    Abrazo grande,

    Hermann

    • Relación con Eche: alumno
  2. Ernesto Cueli dice:

    Eche ¡querido! – Te mando enorme abrazo – ¡Felices Fiestas! y ¡Feliz descanso!

    • Relación con Eche: Preceptor Goethe (1980 a 1984) y "Los Sembradores"
  3. Diego Fernandez Brun (el colo) dice:

    Que grande Eche!! Tantos años juntos, tantos momentos que al dia de hoy me acuerdo con tantisima alegria!! Muchas gracias por todo lo que influiste en mi vida y te deseo todo lo mejor para lo que viene. Abrazo grande para vos y tu familia.

    • Relación con Eche: Alumno
  4. María Soledad García Martín dice:

    Eche, tan querido…

    Siempre digo, Eche me salvó la vida, allá de chiquita cuando toda la adolescencia se me vino al cuerpo y a la cabeza y no entendía nada y estaba perdida, Eche me recibía en su oficina del gimnasio de la Norte y con paciencia infinita escuchaba mis penas y me aconsejaba. Desde entonces y para siempre, Eche fué para mi sinónimo de seguridad y de templanza. Como un tutor para los árboles, el fué nuestro tutor en la vida.

    Que Eche estuviera en la Schule, también me dió la paz de saber que mis hijos encontrarían guía en la marea verde y dorada.

    Que bueno que nuestros caminos no parten aún y sigamos compartiendo momentos en Alumni, creando memorias y esta vez trabajando a la par para que todos los miembros de nuestra comunidad se sientan parte de importante de la misma.

    A la familia de Eche: ¡Gracias por prestárnoslo tantos años, aún cuando eso significaba robarles tiempo de marido, de papá y de abuelo!

    • Relación con Eche: Alumni

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Drag file(s) in this box