Estimadas familias,

en este tercer correo nos gustaría concluir nuestra pequeña serie con dos recomendaciones más para ayudarlos a afrontar el período actual de distanciamiento social, que como todos sabemos, no siempre es sencillo.

5. ¡Muestren interés!

  • Demuéstrenles a sus hijas e hijos que les interesa el contenido de las tareas y la forma en que se llevan a cabo.
  • Apoyen a sus hijas e hijos para que se pongan en contacto con los docentes y transmitan sus preguntas.
  • ¡Todos estamos preocupados! Pregúntenles a sus hijos sobre sus emociones y pensamientos. Puede ser que sus hijas e hijos se estén preocupado por el bienestar de sus padres, incluso pensando que podrían enfermarse gravemente o morir. Intenten responder a las preguntas de sus hijas e hijos lo más sinceramente posible y sean empáticos con sus sentimientos. En el curso de esto, también bríndenles información específica sobre los riesgos para la salud y sobre las posibilidades de acción para minimizar el riesgo.

6. ¡Perciban su propio rol!

  • Durante el cierre del colegio los padres se enfrentan a una variedad de expectativas que deben cumplir: trabajar en casa, cuidar de los enfermos, cocinar el almuerzo, colaborar en el aprendizaje de los niños en casa, etc. Esta nueva situación promueve los conflictos de roles, la presión del tiempo y la carga de trabajo en general.
  • Una situación de crisis requiere la adaptación a un orden nuevo y desconocido; y esto implica realizar esfuerzos. Intenten no ser demasiado estrictos consigo mismos en tiempos difíciles, sino flexibles, amigables y comprensivos.
  • Hagan una lista de sus tareas y divídanlas en urgentes y no urgentes y en importantes y no importantes. Diseñen un plan que se centre en los puntos urgentes e importantes.
  • ¡Recurran a la comunicación personal para establecer límites y para pedir ayuda! Expresen cómo se sienten y cuando una situación resulte demasiado para ustedes, comuniquen sus deseos respecto de aquello en lo que necesitan ayuda.
  • Tomen descansos regulares y regálense pequeños «oasis de relajación». Pueden ser cosas simples, como el primer café de la mañana, que se disfruta con todos los sentidos y sin distracciones, o un baño caliente.

Esperamos que estas sugerencias hayan sido interesantes y útiles para ustedes y sus familias.

Saludos cordiales,

Dirección General