Estimadas familias de la Goethe-Schule,
espero que todos se encuentren muy bien. Hoy me gustaría dirigirme a ustedes a través de este video.
A veces vivimos momentos difíciles que nos llevan a tomar caminos nuevos o inusuales. Quisiera contarles un poco sobre el camino inusual que está transitando el colegio en estos días.
Hemos llegado a la cuarta semana de clases a distancia. Aunque ninguna de estas cuatro semanas tuvo cinco días hábiles, ya nos fuimos haciendo una idea de cómo puede funcionar la educación a distancia. Por un lado, vemos mucho progreso y evolución, por otro, siempre hay aspectos para mejorar.
En dos días llegamos a desarrollar un sistema en los tres niveles, un marco, que nos permite continuar con las clases para nuestras alumnas y alumnos de manera efectiva. Por ejemplo, como ya veníamos trabajando desde hace tiempo con la plataforma de Google Classroom, casi no tuvimos dificultades desde 4º grado de Primaria en adelante. Tuve la oportunidad de ver cómo están trabajando muchos colegios alemanes en el extranjero en diferentes partes del mundo, y en comparación, creo que en este punto estamos muy bien posicionados. Además pudimos incorporar facilmente la plataforma SeeSaw y los Edublogs en Kindergarten y en los primeros grados de Primaria, y funcionaron bien.
Todos nos fuimos acostumbrando a una nueva forma de enseñar y aprender. Esto es desafiante y apasionante, con todos nosotros en constante actividad, ya sea en SeeSaw, Zoom y por supuesto en Classroom o en Hangout-Meet. El fin de semana pasado yo mismo aprendí a usar Padlet, Etherpad, ExplainEverything y Wisemapping para mis propias clases -y conmigo por supuesto también mis alumnas y alumnos, o al menos eso espero. Durante estos días todos estamos aprendiendo cosas nuevas, nuestras alumnas y alumnos se vuelven más autonomos, y eso es algo de lo que sin duda podremos sacar un excelente provecho más adelante, cuando haya pasado la crisis.
Sin embargo, todos debemos ser conscientes de que, aunque la enseñanza virtual puede sustituir temporalmente a la enseñanza presencial, jamás podrá reemplazarla. Las niñas y los niños más pequeños siempre necesitarán la ayuda de sus padres. Sólo estando en el aula el docente puede leer en las caras de sus alumnas y alumnos si el tema se ha entendido, si alguien tiene alguna duda, si alguien está interesado o desinteresado, o si alguien está durmiendo con los ojos abiertos. La escuela no es virtual, sino presencial, y la presencia en el aula no puede ser reemplazada. Lamentablemente eso no funciona en una videoconferencia.
Por supuesto estamos trabajando en la mejora constante de nuestros sistemas, métodos y herramientas para sacar el máximo provecho de este período de clases a distancia. En primer lugar, estamos trabajando para aumentar la cantidad de lo que llamamos oportunidades de aprendizaje sincrónico. Esto se debe a que el contacto directo entre el docente y las alumnas y los alumnos es extremadamente importante, y cuanto más tiempo dure la cuarentena, más importante se vuelve este contacto directo, aunque sólo sea virtual. Se vuelve más importante para los procesos de aprendizaje que el colegio debe acompañar, y se vuelve más importante para los vínculos personales que se establecen, al menos hasta cierto punto. Pero si uno se reúne en una «sala de reuniones virtual», puede encontrar también ahí la oportunidad de trabajar de manera colaborativa con otros. Por eso aumentaremos y sistematizaremos la cantidad de oportunidades de aprendizaje sincrónico.
Por otro lado, estamos analizando cómo haremos para que nuestras alumnas y alumnos alcancen las metas, cómo los evaluaremos y cómo podremos calificarlos. A la vez queremos ser prudentes con ellos , y no sobrecargarlos. Desafiarlos, pero no sobrecargarlos. Para todos nosotros, esto debería estar por encima de todo, ya que ya estamos al límite en todos los aspectos.
Así que nosotros los adultos estamos al límite en este momento. Los padres y los docentes, la Dirección del colegio y la Comisión Directiva, todos tenemos que repartirnos entre múltiples tareas para poder cumplir con las numerosas exigencias actuales. Por lo tanto, tenemos que cuidarnos, como lo estoy expresando en mi pequeña serie de circulares sobre este tema:
- ¡Tratémonos mutuamente de manera positiva y prestemos atención a nuestro equilibrio!
- ¡Cuidemos de nosotros mismos y de nuestras hijas y nuestros hijos!
- ¡Apoyémonos mutuamente para mejorar!
- Y: Confiemos el uno en el otro.
Si logramos superar este singular desafío, la crisis actual podrá haber sido una gran oportunidad para nosotros como comunidad escolar. Podemos crecer como comunidad educativa y podemos llegar fortalecidos cuando pase la crisis. Nuestro colegio será entonces más digital que antes. La independencia será aún más importante que antes. El espíritu solidario, por el que se da y se recibe, será aún más fuerte en nuestra comunidad escolar. Y el aprendizaje intelectual y social de nuestras niñas y nuestros niños estará más incentivado que antes. Veamos todo esto con expectativa, y hoy sentemos las bases todos juntos.
Para terminar, sólo me queda desearles a todos unas felices Pascuas. Este año más que nunca tendremos tiempo para hacer una pausa, reflexionar sobre todo lo que estamos atravesando y para fijarnos nuevas metas para las próximas semanas y meses. Por eso, nos deseo a todos fortaleza y paz. ¡Cuídense!
¡Muchas gracias!
Philipp Wehmann