́ ́ … La palabra une la huella visible de la cosa invisible, con la cosa ausente, con la cosa deseada o temida, como un frágil puente improvisado tendido sobre el vacío ́ ́. Ítalo Calvino

Por Paula Echevarría y Tatiana Wolff

Creemos que actualizar un acontecimiento del pasado nos lleva a pensar nuestro presente y, por consiguiente, a replantear nuestras acciones, a cuestionar con espíritu crítico nuestra manera de mirar el mundo, y a transformar todo aquello que nos haga mejores personas, en una sociedad más inclusiva y justa.

En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, nos propusimos activar la memoria colectiva: en varios grupos de la Secundaria, estudiantes y docentes, generamos un momento de reflexión, escucha y registro de las historias de las mujeres que nos antecedieron.

La idea fue que cada estudiante y docente pueda tomarse unos minutos y pensar en su familia, en su propia historia, teniendo en cuenta algunas preguntas introductorias: ¿Conocés la historia de alguna mujer que escapó de una guerra? ¿Alguna de tus ancestras migró a la Argentina? ¿Conocés la vida de alguna mujer que haya trabajado desde muy pequeña, que no haya podido elegir estudiar? ¿Y que haya tenido que estudiar algo específico por mandato? ¿Alguna mujer en tu familia tuvo que resignar su vocación y sus deseos para ocuparse de las tareas de cuidado? Tal vez, ¿alguna mujer en tu familia fue estigmatizada por no seguir el camino que solía seguir la mayor parte de las mujeres en su época?

Luego de conversar, intercambiar testimonios y relatos, les propusimos que aquellos y aquellas estudiantes que lo deseaban registren en unas líneas, un audio, una imagen o collage la historia de la/s mujer/es de su familia.

Nuestro objetivo fue compartir algunas de esas historias, visibilizar algunos de esos relatos, y así, construir colectivamente memoria en nuestra escuela.